El cuidado de la piel facial está muy de moda, ya tenemos claro que hidratar nuestra piel es indispensable para lucir un rostro sano, luminoso y tonificado. Pero la piel del cuerpo también requiere atención, dedicación y cuidados básicos para mantenerla hidratada. Cabe mencionar que estos cuidados deben ser a diario, tal como cuidamos la piel facial, no es válido hidratar la piel de acuerdo a ciertas estaciones del año.
Me gusta poner como ejemplo a las mujeres francesas ya que ellas se cuidan desde muy pequeñas, es una herencia y hábitos que traspasan de generación en generación. Para ellas es bastante esencial no solo lucir un rostro divino, también una piel corporal radiante.
Empecemos por entender por qué es tan importante hidratar la piel, aunque puede que lo tengas claro y solo te falte práctica igual lo vamos a recordar acá para que veamos la importancia. Al hidratar nuestra piel con agua, alimentos específicos y cremas hidratantes, desarrollamos una epidermis más resistente a las agresiones externas, asimismo, estaremos retrasando el envejecimiento de la piel, es decir, las arrugas y manchas no deseadas tardan más en aparecer, y por supuesto, tendrás una piel suave, luminosa, clara y radiante.
Cómo hidratar la piel corporal
Bebe agua
Puede que parezca un paso bastante obvio, sin embargo, es el primero que te quiero mencionar porque es el más importante y porque muchas veces olvidamos tomar agua a lo largo del día, aun cuando sabemos que lo recomendable es ingerir entre 1,5 a 2 litros de agua a diario. Ten presente que el 20% del agua de nuestro organismo se encuentra en la piel, y este porcentaje va disminuyendo a medida que nuestra edad avanza. Entonces, si quieres tener una piel sana, firme y luminosa deberás incorporar este hábito a tu rutina diaria.
Usa crema hidratantes
¡Este paso forma parte esencial de mi rutina matutina diaria! El mejor momento para hidratar nuestra piel es después de la ducha, justo cuando nuestra piel todavía está un poco húmeda, ya que el poro está más abierto y el producto se penetra mucho mejor.
Si tu piel es seca sin duda este es un paso indispensable para tener la piel del cuerpo hidratada. Lo ideal es conocer precisamente qué tipo de piel tienes y de allí partir para escoger una crema acorde a las necesidades de tu piel. Una vez que ya tienes la crema ideal para tu piel es momento de tomarte unos 5 minutos y disfrutar el masaje corporal a medida que vas aplicando tu crema por todo el cuerpo. Céntrate en piernas, rodillas, codos y pies, pues son las zonas que más requieren nuestra atención.
Entre las mejores cremas hidratantes corporales están las de la línea de Nivea, Babaria (que tiene para cada tipo de piel), Eucerin, Dove y Suave.
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Exfolia tu piel
La exfoliación es importante para eliminar las células muertas, es posible que la renovación celular se ralentice al pasar los años, entonces necesitamos ese empujoncito para que nuestra piel no luzca deshidratada, seca y sin densidad. Si no exfoliamos nuestra piel es posible que se acumulen toxinas y estemos impidiendo de manera indirecta la correcta oxigenación.
Lo recomendable es exfoliar la piel corporal cada 15 días. Y en caso que seas de piel sensible, puedes exfoliar cada 20 días y evitar los exfoliantes con grumos muy gruesos y grandes. Lo puedes hacer con un exfoliante suave y con un olor agradable para disfrutar de la exfoliación. Recuerda que cuando activamos nuestros sentidos más nos motivamos a seguir estos hábitos.
Escoge los productos adecuados
En el mercado hay muchas cremas y lociones hidratantes, tanto para el cuidado facial como corporal, pero los ingredientes y componentes adecuados serán imprescindibles para que nuestra piel reaccione de la manera correcta y deseada. Escoge cremas o lociones con óxido de zinc, aceites minerales y siliconas.
Ahora bien, ¿crema o aceite? La elección del producto a usar para hidratar la piel va a depender directamente de los gustos y necesidades de la persona. Entonces, bien puedes usar aceites corporales naturales o cremas ligeras (no grasosas). Lo importante es que tú te sientas cómoda y que el momento sea relajante y casi terapéutico para ti.
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Evita las duchas extremadamente calientes
Podemos considerar a nuestra piel como sensible, delicada y a la vez fuerte. Entonces, los extremos son un gran error al momento de cuidar nuestra piel. Lo ideal es optar por duchas de agua tibia, ni muy fría ni muy caliente. Asimismo, evita usar las esponjas, ya que estas puede lastimar tu piel al ser de material muy rígido y suelen absorber todas las bacterias del baño.
Usa jabones corporales suaves
El jabón que usamos en la ducha también es clave, lo ideal es usar un jabón neutro, con olor suave e hidratante. Como ya hemos comentado, conocer la piel y sus necesidades es primordial, entonces, por ejemplo, los jabones corporales con avena no suelen ser beneficiosos para todas las pieles, es posible que produzca acné por el sobreexceso de hidratación.
Y por otra parte, dermatólogos recomiendan usar poco jabón y evitar enjabonar todo el cuerpo a diario. Tal vez te parezca absurdo, pero el exceso de jabón puede producir sequedad, irritaciones y alterar el manto lipídico. Entonces, opta por jabones que tengan un pH de 5.5 y enjabona abundante solo las axilas, pies y genitales.