El despertar es sinónimo de una nueva oportunidad, por ende, es el momento indicado para agradecer por un nuevo día. Piensa en todo eso que te rodea, en todo lo que has logrado y motívate para iniciar el día con la mejor actitud, con la mentalidad de lograr todo aquello que te propones.
Hoy quiero contarte cómo aprovecho mis mañanas y la rutina para tener un día productivo. Antes quiero contarte que por naturaleza y crianza no había sido persona de despertarme temprano. Hasta mis 25 años puedo decir que fui holgazana, era casi imposible despertarme antes de las siete de la mañana, era súper duro para mí. Hasta el momento había considerado que el sueño de la mañana era el más rico (y quizás sigue siendo cierto).
El caso es que un buen día note que mi día no me rendía, tenía un montón de tareas laborales y de estudio por hacer y mi cuerpo estaba cansado, mi mente a las 3 de la tarde ya estaba agotada (a pesar de despertar tarde y haber «descansado»). Así que empecé a indagar en Internet, pensé que tenía anemia o algo similar, sin embargo, para mi sorpresa hasta el momento simplemente llevaba una mala rutina matutina y diaria. No aprovechaba ni por un segundo la magia de las mañanas.
Así que acá te cuento cómo lo he logrado y los pasos para tener una mañana productiva.
Agradece y medita
El primer paso es ser consciente de lo maravilloso que es despertar, poder abrir los ojos, poder estirarnos, sentir el calorcito de la cama y ver los primeros rayos del sol que se asoman por la ventana. Para mí es sin duda uno de los momentos más especiales del día.
Sin importar tu religión o creencia, podrías agregar este paso a tu rutina matutina para empezar el día con energía. Agradece todo lo que te rodea en ese momento, agradece tu espacio, tu cama, mueve cada parte de cuerpo y agradece que estás sana, estira tu cuerpo y respira profundo a medida que lo vas haciendo.
Deja a un lado las tareas que tengas pendiente en el día y las ocupaciones del hogar, centra toda tu atención en ti y dale atención a tu respiración. Inhala aire por tres segundos, retenlo por tres segundos más y luego exhala muy suave.
Visualización y afirmaciones
Una vez terminada la meditación, es momento de visualizar lo que será nuestro día y cómo nos visualizamos haciendo cada acción. Inicia tu mañana con afirmaciones: “Soy capaz de crear una nueva realidad el día de hoy”, “Tengo el poder de crear la vida que deseo”, “puedo lograr todo lo que me propongo”, “Estoy en el camino correcto para cumplir mis metas”, “Soy merecedora de todas las bendiciones que llegan a mi vida”, “Soy capaz, yo puedo, soy inteligente, puedo lograr esto y más”, “Estoy llena de vida y salud y eso es suficiente para lograr un día lleno de éxitos”.
Tú puedes ir armando tus afirmaciones a tu gusto, un buen ejercicio es levantarte, encender una vela o una luz, pararte frente al espejo, mirarte a los ojos y repetirte cada una de estas afirmaciones.
Termina de estirar tu cuerpo, ordena tu espacio, tiende tu cama y toma tu té favorito
Este paso es de mis favoritos para terminar de sacudir el cuerpo mientras me preparo para una rutina de ejercicios. Si de pronto no eres muy fan de los té, puedes tomar un vaso de agua o una de tus bebidas favoritas que te brinde energía.
Un plus en esta rutina es ordenar tu cama apenas pongas un pie fuera de ella. Tener los espacios ordenados nos permite tener una tranquilidad y agilidad mental inimaginable.
Mueve tu cuerpo con ejercicios
Agregar a tu rutina matutina actividad física es una de las mejores formas de activar el cuerpo y oxigenar tu cerebro. Poner en movimiento tu cuerpo también te brindará una mejor concentración, bienestar y salud.
De acuerdo a tu resistencia podrás dedicarle de 15 a 40 minutos a tu rutina matutina de ejercicios. Hay un sinfín de actividades físicas que puedes hacer de acuerdo a tu gusto: yoga, bailoterapia, zumba, Crossfit, ejercicios de peso, cardio y más. Lo importante es poner el cuerpo en movimiento.
Te puede interesar leer: -> Cómo crear el hábito de hacer ejercicios en casa
Es momento de desayunar
El desayuno representa para mí uno de los momentos más especiales, es cuando me siento con mi familia a hablar sobre los pendientes del día, sobre la vida en sí. Es el primer momento para hacer contacto familiar en la mesa.
Escoge un desayuno nutritivo que te aporte energía, que no sea pesado y disfruta cada bocado, mastica despacio y agradece cada alimento.
También puedes leer: -> Cómo tener una mejor relación con la comida
Lee 10 páginas de un libro
El hábito de la lectura es otro de mis favoritos, leer expande mi mente y me relaja. Lee a tu ritmo, sin apuros, sin pensar en todos los pendientes del día. Ve con calma y sin agites. Si de pronto te gusta leer libros de desarrollo personal o de personas que han logrado el éxito, sería buena idea leerlos justo en la mañana para iniciar el día con más motivación. Si quizás diez páginas te parecen mucho, lee al menos 5 páginas o durante 15 minutos.
Toma un buen baño, vístete, arréglate y prepárate para el éxito
Por estos días el teletrabajo es muy común, de allí que también sea común que muchas de nosotras no nos arreglemos como si fuésemos a ir a la oficina, sino que nos quedemos en pijamas. Y aunque sea rico y cómodo estar todo el día así, no es lo mejor para tu productividad.
Al quedarte en pijama tu mente asociará que todavía es momento de descanso y pereza, así que dejemos ese hábito a un lado. Sacude esa pijama, guárdala o ponla debajo de la almohada y busca tus mejores prendas. Arréglate para ti, ponte tus accesorios favoritos, esa blusa que siempre postergas porque “no ha llegado el día ideal para usarla”.
Te invito a leer: -> Consejos para tener más energía y lograr tus actividades diarias
¡Ahora sí! Abramos agenda
Ha llegado el momento de revisar todos nuestros pendientes y tareas del día. Si ya la has organizado la noche anterior, pues, fabuloso. Pero si apenas vas a tomar tus apuntes, adelante. Revisa todo con detenimiento y organiza de forma consciente.
Acá te dejo un artículo que te ayudará al momento de organizar tu agenda: -> Cómo organizar mi tiempo para lograr las actividades diarias
¿Cómo voy a lograr todo esto en tan poco tiempo?
La pregunta que yo me hacía al inicio. Te cuento cómo tener unas mañanas milagrosas y productivas: me levanto entre las 5:45 a.m o 6:00 a.m. Hago mis primeros dos pasos, agradecimiento, meditación, visualización y afirmaciones, saco a Amanda (mi perrita). Le dedico de 15 minutos a cada paso con el fin de iniciar mi día a eso de las 8:30 o 9 de la mañana.
Mi recomendación es que no te abrumes, empieza paso a paso, dedícale al inicio 5 o 10 minutos a cada actividad y luego que te vayas adaptando vas agregando más minutos. Algo que me ha funcionado bastante bien es usar alarmas y evitar usar el teléfono en todo ese transcurso, veo las notificaciones y pendientes desde las 8:30 de la mañana.
Si de pronto tienes que estar en el trabajo a las siete u ocho de la mañana, lo ideal es que empieces más temprano y aproveches cada minuto. En este caso, yo dividiría cada paso en 5 minutos para lograr todo.
Cuéntame, ¿Qué haces tú para iniciar las mañanas con la mejor actitud? Te leo 😊