El estilo de vida alterado por COVID ha hecho que nuestras vidas personales y profesionales se desordenen un poco y como resultado, que estemos estresadas a todo momento. Las horas de trabajo extendidas, la disminución de la interacción social y la falta de una rutina simplificada están afectando no solo nuestra salud mental y física, sino también nuestra piel, lo que la hace lucir opaca y seca. Si bien nos hemos dado cuenta de la importancia de invertir en el cuidado personal, el desafío es cómo abordar la necesidad de desconectar y tomar un descanso de los confines de nuestro hogar. ¡No te preocupes! Aquí hay algunos consejos fáciles para desestresarse y liberarte del trabajo, de la monotonía del hogar y darle a tu piel la hidratación que tanto necesita.
Logra un equilibrio entre lo laboral y personal
Si estás trabajando desde casa de seguro debes sentirte un poco abrumada y encerrada. Con el trabajo desde casa comiendo en nuestro espacio personal, es importante establecer límites. Algunas formas efectivas para trabajar desde casa son administrar tu tiempo, establecer horarios de trabajo, practicar separarse del trabajo y dedicar tiempo a la vida personal. Es recomendable tener una zona de oficina separada de la habitación o del espacio que debería ser para relajarse. La idea es disfrutar de tu trabajo y no dejar que te consuma.
Intenta dejar claro a tus familiares o roomies con los que convives que deben respetar tu espacio laboral, así no tendrás trabajo acumulado ni te desconcentras durante tu jornada. Una vez llegada la hora de cierre, levántate de la silla, haz un ejercicio de respiración profunda y camina un poco.
No te involucres en las murmuraciones y chismes en el trabajo
Si trabajas en oficina y tienes tu grupo de trabajo, procura concentrarte y hacer tus tareas laborales. Evita estar por los pasillos poniéndote al día de los chismes o hablando de otros compañeros de trabajo. Procura usar tus pausas activas para hacer estiramientos, para merendar frutas o para descansar la vista.
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Toma al menos 2 litros de agua al día
Hay una razón por la que el agua se llama elixir de la vida; cuando estamos estresadas, nuestro cuerpo produce cortisol extra (la hormona del estrés) que causa deshidratación, lo que puede conducir a niveles más bajos de electrolitos. El estrés y la deshidratación son un círculo vicioso y la única forma de romper esta cadena es bebiendo suficiente agua. Y durante la jornada laboral también intenta tomar té y aromáticas.
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Estírate y muévete
El movimiento es un gran antídoto contra el estrés; es importante incorporar breves pausas de movimiento a lo largo de la jornada laboral. Un breve descanso en forma de una rutina de estiramiento, entrenamiento de baile o una sesión de yoga de 10 minutos podría hacer maravillas con su estado de ánimo. Esto ayudará a reducir la fatiga de la pantalla, dándole a tu cuerpo el respiro que tanto necesitas después de largas horas de estar sentada en un solo lugar. Eso no es todo, también te ayudará a mantenerte activa y concentrarte en tu trabajo. Es recomendable hacer una breve pausa cada hora.
Escucha tu música favorita
Otra forma de relajarte y dejar a un lado el estrés laboral es escuchando tu música favorita. Puedes optar por una música relajante o acústica si prefieres.
Ten una buena organización
Procura usar una agenda digital o física para llevar el control de lo que tienes que hacer durante el día, de las metas y objetivos por semana y el tiempo que te llevará hacer cada actividad. Esta es una de las causas más comunes del estrés laboral, y es precisamente por no poder cumplir los objetivos diarios. Entonces, es momento de evaluar si es por falta de organización o por una sobrecarga de trabajo. Habla con tu líder o jefe y dale a conocer lo que sucede para que te oriente y te ayude.
Tómate un descanso
No te envuelvas en dudas, sé amable contigo misma y aprende a dejarte ir. Reconoce y acepta que es posible que no seas 100% productiva todo el tiempo y está bien, somos humanos, no máquinas. Es perfectamente normal sentirse estresada, no te preocupes por estar estresada, en lugar de eso, date la libertad de tomar un descanso libre de culpa. Por lo tanto, la próxima vez que te sientas abrumada por el estrés laboral o del hogar, tómate un descanso y concentrarte en la respiración.
Pon límites
Aprende a decir «NO». Expresar en el momento oportuno, a la persona indicada, en el contexto adecuado y de una manera respetuosa lo que nos ha molestado nos ayuda a sentirnos bien con nosotras mismas y al mismo tiempo intenta no incomodar a nuestro interlocutor. Conviene tener claro también que ser asertivas no asegura que el otro se tome bien lo que decimos, sin embargo, es necesario comunicarte y decir NO cada vez que sea necesario.
Ritual de baño relajante al llegar a casa
Una forma efectiva de relajarse después del trabajo es tener un ritual de baño refrescante, con agua tibia. Esto te lo agradecerá tu estado de ánimo y tu piel. La forma más eficaz de tratarte a ti misma y a tu piel estresada es darse un baño largo y relajante con barras de baño a base de gel enriquecidas con las bondades de la naturaleza. Hidratan la piel haciéndola lucir suave, alegre y vivaz. Para que tu baño sea más relajante puedes poner una música que te relaje y unas velas aromáticas.
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