Quiero empezar este artículo diciendo: no soy madre y tampoco he sido violada. Tomo este espacio para compartir mi opinión sobre este tema tan controversial hoy en Colombia. Con este artículo no pretendo dar razón a una u otra parte. Más allá de eso quiero que seamos empáticas y respetemos la forma en la que piensa y actúa cada mujer.
Apenas salió a la luz pública la legalidad del aborto en Colombia me impresionó, y la impresión se la debo a que Colombia es un país medianamente conservador. En redes sociales hasta este momento hay montón de opiniones en contra y a favor de esta decisión. Quiero decirte que estoy a favor del aborto, PERO, leer que hasta las 24 semanas (6 meses) de embarazo es permitido fue un choque para mí. Lo primero que pensé fue «pero a los 6 meses ya el bebé siente, escucha y es un ser vivo». Esto lo pensé desde mi conocimiento social. Aclaro que no soy doctora ni especialista en el tema. Insisto, esta es mi humilde opinión y Valuna es un espacio abierto para que dialoguemos como amigas.
Antes de adentrarme y profundizar más en el tema, quiero contarte que hasta hoy tuve un retraso de 7 días en mi menstruación (cuestión que nunca sucede, soy bastante regular), y te soy honesta, creo que esta el razón principal por la que estoy redactando este artículo. El día 5 de mi retraso menstrual me armé una película mental, empecé a imaginarme cómo sería mi vida con un bebé, me pregunté más de una vez “¿seré capaz?” Y te aclaro que no soy la mujer más maternal, creo que en mis 28 años tan solo he alzado 2 bebés y por cuestión de 5 minutos.
Los bebés no son el problema, de hecho, me parecen hermosos, divinos y huelen delicioso. Pero hasta ahora no me había imaginado de mamá. En fin, por un momento pensé “si estoy embarazada no lo voy a tener”. Y a los segundos pensé “no, pero ¿Cómo así? es un bebé, no lo puedes hacer”, Mejor dicho, divagué mucho en el tema. Dude muchas veces sobre sí sería capaz o no de ser mamá y tomar esa responsabilidad. Un bebé no es una bendición, es una responsabilidad. Y tenía tanto temor de esa responsabilidad que fui incapaz de practicarme una prueba de embarazo por miedo al resultado.
Hago un paréntesis para decirte que actualmente no tengo ninguna necesidad económica. Y esto no es para alardear, no, no. Espera… Me gradué en Derecho (“cumplí” ya con mis papás y conmigo misma a nivel educacional), vivo con mi novio y con mi mascota desde hace 3 años, tengo un techo, un hogar, 4 comidas al día, vestimenta, Internet, trabajo, etc. Puedo decir que soy bendecida y vivo bien. Sin embargo, pensé “¿y cómo voy a mantener un hijo? ¿Cómo le voy a pagar su seguro? ¿sus pañales? ¿su educación? ¿la cuna? ¿la ropa? ¿Qué carajos voy a hacer?”. A pesar de todas estas preguntas, me ilusioné. Me imaginé teniendo en mis brazos a mi bebé y definitivamente no sería capaz de abortar. Para cerrar este breve paréntesis, te cuento que no estoy embarazada, que el retraso se debía a que detuve la ingesta de pastillas anticonceptivas, por lo que mi menstruación se descontroló.
Pero ahora piensa tú, que yo no tuviese 28 años, sino que tuviese 17 años. Y que no fuese una mujer privilegiada (como tal vez sí lo soy hoy), que no tuviese un trabajo, apoyo económico de mi pareja, un hogar, dinero para atender tan siquiera mi alimentación y mi propia vida, que no viviera en Bogotá si no en una zona rural del país. ¿Me hubiese hecho aún así responsable de un embarazado no deseado? No lo sé, tal vez no.
Ahora vamos a sumarle a esa historia hipotética de la chica de 17 años, que su embarazo no fue producto de un romance o de una “noche loca” como decimos nosotros los latinos. Imagina que su embarazo haya sido producto de una violación por parte de un extraño, un tío, abuelo o padrastro. O peor, que sea una joven violada por el mandamás de su comunidad (en casos de indígenas).
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Esa joven de 17 años ¿crees que va a tener a su hijo y que no va a recordar ese pésimo y terrible momento cada vez que vea a su hijo? No lo sé, me pongo en su lugar y tan solo no puede imaginar el dolor de ser violada y que tu futuro sea incierto. En este caso sí apoyo el aborto. Apoyo el aborto durante el primer y segundo mes de gestación. No apoyo el aborto a los 3 o 6 meses. No lo apoyo en ese sentido porque hay vida, y aunque es el cuerpo de la mujer (lo sé y estoy consciente de ello), hay vida. Es mi opinión y esto te lo digo basada quizás en mi crianza, en mi personalidad y desde lo más vulnerable de mí. (Soy bastante sensible y pensar en la muerte me agobia y produce tristeza).
No quiero que tú te convenzas de lo uno o lo otro. No quiero que estés a favor o en contra, solo quiero que analices y respetes la decisión de otra mujer. Ni tú ni yo sabemos qué está bien o qué está mal para la otra mujer. Cada una de nosotras vive y siente una realidad totalmente distinta.
No podemos comparar nuestra historia (siendo mujeres privilegiadas) con la historia de otras mujeres que no son privilegiadas, que día a día sufren la violencia psicológica y sexual en carne viva. No estoy demeritando tus problemas o los míos de los de otra mujer. Pero debemos ser conscientes de la sociedad y situación país. No todas tenemos los mismos derechos, no todas gozamos de vivir una vida medianamente estable.
Apoyo a la mujer que se embaraza “por accidente” y lucha por sacar adelante a su hijo, la amo, la respeto, la admiro y me parece una mujer berraca. Pero también apoyo y admiro a la mujer que tiene los ovarios de decir “NO PUEDO, NO QUIERO, NO LO ACEPTO”. Porque es allí donde radica el libre albedrío y la madurez de cada una de nosotras.
No andes por redes sociales diciendo qué está bien y qué no. Es un error que cometemos y que debemos detener. Sí, es cierto. Cada una tiene su opinión y es libre de darla y exponerla (tal como yo lo hago ahora). Pero no andemos por la vida juzgando creyendo tener la razón absoluta.
Cómo tratar el tema del aborto, la educación sexual y el poder femenino
Entendamos e indaguemos a profundidad qué es lo que pasa, cómo podemos ayudar, cómo podemos aportar un granito de arena a este tema.
¿Y cómo podemos ayudar? Ve a una fundación, a una institución, colegio, comunidad, etc. y orienta a las más pequeñas. Unámonos, aprendamos sobre educación sexual y empatía y transmitamos ese valioso conocimiento. Vayamos a las comunidades más vulnerables y demos poder y voz a esas mujeres amenazadas y violentadas. Vamos a enseñarles a las niñas que no está bien que un tío o amigo de su papá le toque sus partes intimas o le bese la boca.
Entendamos qué pasa con las minorías, entendamos la historia de María, Berta, Valentina, Patricia, Paola, Mariana, Mónica, Camila, Liliana, Victoria, Laura… Conozcamos cada historia sin juzgar.
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Hablemos sobre estadísticas de el embarazo no deseado y aborto inducido en Colombia
Según Guttmacher Institute y Prada E, Maddow-Zimet I y Juarez F, El costo de la atención postaborto y del aborto legal en Colombia.
• Aunque el tamaño promedio de la familia en Colombia ha estado disminuyendo a ritmo constante a lo largo de este período, las mujeres más pobres todavía presentan la brecha más amplia entre la fecundidad observada y la deseada (esto es, ellas tienen aproximadamente un hijo más de lo deseado).
• En 2010, cerca del 80% de las mujeres colombianas en unión usó métodos anticonceptivos; 73% utilizó un método moderno y 6% usó un método tradicional menos efectivo.
• Se estima que en 2008 ocurrieron en Colombia unos 400,400 abortos inducidos, de los cuales solamente 322 fueron procedimientos legales, o Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) practicadas en instituciones de salud. En 1989, hubo un total de 288,400 abortos. Este aumento a lo largo del tiempo se debió principalmente a un mayor número de mujeres en edad reproductiva en 2008.
• Sin embargo, la tasa de aborto se ha mantenido relativamente constante: en 1989 la tasa era de 36 abortos por cada 1,000 mujeres en edad reproductiva, comparada con 39 por 1,000 en 2008.
• El 33% del total de mujeres que tienen abortos clandestinos sufren complicaciones que requieren atención médica, pero la tasa de complicaciones alcanza a ser del 53% en las mujeres pobres del medio rural.
Ahora bien, conociendo que el aborto es algo que viene sucediendo y ha sucedido a lo largo de historia… ¿Vale la pena darle o no el derecho a cada mujer a abortar voluntariamente?