La salud mental es la forma en que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea. De allí la importancia de tratar tu salud mental como lo harías con tu salud física, siendo constante y cumpliendo una rutina día tras día. Hoy en día sin duda es menos tabú hablar sobre cómo nos sentimos y asistir posiblemente a un terapeuta y hablar sobre las enfermedades mentales en general.
También es cierto que no todas tenemos el tiempo y el dinero para asistir a una terapia de bienestar mental con un terapeuta. En el mes Mundial de la Salud Mental, queremos compartirse estos tips y pasos que te ayudarán a cuidar tu salud mental de una forma segura, serena y certera.
Práctica el pensamiento saludable y cuida cómo te hablas
Una buena salud mental no significa que solo tengamos pensamientos felices. Las cosas tristes o perturbadoras son parte de la vida. Los problemas también forman parte de la vida. Una buena salud mental significa mirar la situación por lo que realmente es.
La forma en que pensamos sobre algo tiene un gran efecto en la forma en como nos sentimos. Si sentimos que podemos manejar un problema, a menudo nos sentimos bien. Si creemos que no podemos manejar un problema, a menudo nos sentimos mal. Sé positiva de adentro hacia afuera, verás como tus pensamientos y actuar cambian en conjunto. Sé siempre amable contigo misma, no te trates mal, usa palabras suaves y amorosas. Te recomendamos un libro que podría ayudarte: practica el pensamiento positivo
Resuelve los problemas de una forma saludable
Nos enfrentamos a problemas todos los días. Podemos solucionar algunos problemas fácilmente, pero otros problemas no son tan fáciles de resolver. Cuando no tomamos medidas, el estrés puede acumularse hasta que no sepamos qué hacer a continuación. Muchos de los problemas tienen solución y los que no tienen solución es mejor dejarlos a un lado, aceptar y seguir.
Una forma saludable de resolver los problemas laborales o personales es estudiar cuál es el problema realmente, conocer su raíz y consecuencia. Piensa en las diferentes soluciones y objetivos finales. Piensa de forma serena y en calma, el estrés y el apuro no te ayudará a resolver nada. Luego escoge la solución que mejor creas se adapte al problema, escríbelo, comunícalo de ser necesario y luego relaja tus músculos, respira con calma.
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Ve con calma y sin estrés
Cuando nos relajamos, es más fácil ver los problemas y las soluciones con claridad. Es más fácil manejar los sentimientos difíciles y es más fácil ver el lado bueno de las cosas. Es más fácil concentrarse en lo que está sucediendo ahora en lugar de preocuparse por el pasado o el futuro. Busca actividades para relajarte, bien sea el yoga, la meditación, ejercicios físicos o de respiración, bailar, pintar, caminar, leer un buen libro, etc.
¡Diviértete!
Hacer las cosas que disfrutamos es bueno para nuestra salud. Nos ayuda a sentirnos renovadas y nos ayuda a sentirnos bien con nosotras mismas, es así que es más fácil lidiar con el estrés y otros problemas. Cuando nos sentimos tristes o preocupadas, a menudo dejamos de hacer las pequeñas cosas que nos hacen felices. ¡Esto nos hace sentir peor! Haz una lista con tus hobbies favoritos o con lo que más disfrutas hacer y luego dispón de 2 a 3 días a la semana para hacer esas actividades.
¡Comunícate! Expresa lo que sientes
Tener personas en nuestra vida que nos orientes, apoyen y den su hombro cuando nos sentimos tristes es de gran ayuda también. Llama constantemente a tus amistades más cercanas y sinceras, cuéntales sobre ti, sobre cómo te sientes. Invítalas a ir por un café para relajarse un poco mutuamente. Deja a un lado las redes sociales o los mensajes en línea, atrévete a salir y a respirar un poco de aire fresco y puro con tus amigas.
Pide ayuda cada vez que lo necesitas. Piensa en nuevas formas para conocer gente. Únete a un grupo de apoyo. Deja ir las malas relaciones.
Cinco minutos de meditación y actividad física
La meditación es una perfecta aliada al momento de querer despejar un poco la mente y relajarte. No te preocupes si al principio no puedes dejar tu mente en blanco o no logras relajarte. Es cuestión de paciencia, dejarse llevar y disfrutar el proceso. El solo hecho de que te tomes unos minutos para calmarte y concentrarte en tu respiración es enorme. Si no sabes por dónde empezar, simplemente siéntate en silencio y concéntrate en inhalar y exhalar, lentamente, durante dos minutos.
Práctica la actividad física que más disfrutes: pilates, gym, bicicleta, correr, trotar, caminar en las tardes, bailar, bailoterapia, etc.
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Limita el azúcar refinada y agrega magnesio en tu dieta
Reducir el azúcar agregada (refrescos, dulces, pasteles) no curará la depresión, pero puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede ayudar a equilibrar sus niveles de energía a lo largo del día. Y aunque no existen alimentos que combatan el estrés, se ha demostrado que el magnesio ayuda a aliviar los dolores de cabeza y la fatiga. Por lo tanto, agregar verduras de hoja verde oscura, semillas de calabaza, aguacates e higos a tu dieta es una buena idea.
Reduce el consumo de alcohol
Para muchas personas, beber con moderación no tiene nada de malo. Pero si descubre que bebe constantemente para escapar de los sentimientos de depresión o ansiedad, o si con frecuencia experimenta pánico al día siguiente, podría valer la pena pensar en el papel que juega el alcohol en su estado de ánimo.
Deja de glorificar el estar ocupada y descansa un poco
Así como haces tiempo para trabajar, la hora feliz, pilates y sexo, también haz tiempo para descansar y dormir en calma. El sueño no es un botón mágico para restablecer tu estado de ánimo, pero puede marcar una gran diferencia cuando no estás obteniendo lo suficiente.
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Practica la gratitud y las afirmaciones positivas a diario
Agradecer lo que nos rodea y los que tenemos nos hace estar presentes en el hoy y ver de las bondades que gozamos aun en medio de nuestra ansiedad o depresión. Aunque todo se torne gris, siempre atrae y recibe con gratitud. Cada etapa y situación es una enseñanza, es una prueba de Dios, el Universo o de eso en lo que creas.
Afirmaciones positivas y frases de gratitud:
-Estoy agradecida por tener toda la abundancia que el universo tiene para ofrecerme.
-Los alimentos que consumo me nutren, me llenan de vitalidad y salud. Doy gracias por ello.
-Agradezco a la vida su generosidad. Soy muy afortunada.
-Agradezco poder ver las maravillas que me rodean, me enfoco en bienestar. Gracias, gracias, gracias.
-Merezco, acepto y recibo toda la abundancia que el Universo y Dios tienen para mí.
-Dios es mi fiel acompañante y con él todo lo puedo.
-Cada día es una nueva oportunidad. Elijo hacer de este un gran día.
-Gracias por el aire que respiro, el agua que bebo y el agua que me limpia y me refresca.
-Tengo el poder de crear la vida que deseo. Hoy me lleno de energía y actitud porque todo lo puedo.
-Agradezco el hoy, agradezco tener mi familia con vida, agradezco tener un techo y una cama donde dormir, agradezco y bendigo mis alimentos.
-Tengo todo para ser feliz.
-Soy fuerte porque elijo serlo.
-Hoy puedo ser mejor que ayer.
-Hoy cuido mi salud física y mi mente. Doy gracias porque puedo.
Por último…
Dale siempre prioridad a tu salud mental, cuando tú estás bien, todo a tu alrededor también. Cuando vibras en positivo y desde el agradecimiento, tu vida brilla y te otorga todo lo que mereces y necesitas desde el amor.
Un artículo como este, una conversación con amigas, una tarde al aire libre, unos minutos de meditación, un paseo con tu mascota, siempre te será de ayuda cuando lo haces con el corazón. ¡Tú puedes! Si tienes los medios económicos ve con un terapeuta. Esto te será de gran ayuda.