El síndrome de la chica afortunada es básicamente una combinación de la ley de la atracción y la ley de la suposición. La primera afirma que el pensamiento positivo atrae resultados positivos y, la segunda, que lo que asumimos como cierto se convierte en realidad.
Es así que, la combinación entre el pensamiento positivo, la manifestación y las afirmaciones positivas pueden componer el síndrome de la chica afortunada. Parece mucho, pero es más sencillo de lo que parece.
«Todo lo que asumimos como cierto eventualmente se convertirá en cierto, para bien o para mal». ¿Conoces a alguien a quien siempre parece que las cosas le salen mal? Piensa: Reciben una multa de estacionamiento, se les parte algo y derraman su café, todo el mismo día. Tal vez estas cosas malas siempre les suceden porque asumen que siempre les sucederán cosas malas. Lo mismo puede decirse de las personas afortunadas que encuentran dinero en sus bolsillos u obtienen un ascenso inesperado, las cosas siempre parecen funcionar para ellas porque asumen que así será.
Entonces, básicamente, si podemos imaginar algo y asumir que sucederá, se convertirá en realidad. Si puedes visualizar que tienes suerte y asumir que todo te saldrá bien, estás en camino de convertirte en una chica afortunada.
¿Basta solo con la manifestación y afirmaciones positivas para que se cumpla lo que deseas?
No, no puedes simplemente desear que algo se haga realidad. Tienes que creer genuinamente en ti misma y en tu capacidad para conseguir lo que quieres, por no mencionar respaldar tu creencia con acciones. Sin acción es poco probable que se cumpla todo lo que deseas.
El poder del pensamiento positivo
La ciencia afirma que tener una perspectiva más positiva de la vida es una herramienta poderosa que puede tener un impacto significativo en tu vida. Un estudio de 2017 descubrió que las mujeres con mayores niveles de optimismo eran menos propensas a tener mala salud, especialmente enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores propusieron que la razón es que cuando te concentras en pensamientos positivos, puedes reducir los pensamientos negativos y mejorar tu bienestar general.
Al practicar el Síndrome de la Chica Afortunada mediante métodos como repetir afirmaciones positivas, puedes cambiar tu mentalidad y atraer suerte y cosas buenas a tu vida. Si bien el Síndrome de la Chica Afortunada no reconoce que algunas personas pueden enfrentar más desafíos que otras y aun así requiere acción para convertir tus deseos en realidad, no está de más ponerlo en práctica si significa que tus pensamientos te ayudan en lugar de frenarte.
Cómo practicar el síndrome de la chica afortunada
1. Actúa como si fueses una chica con suerte desde hoy
Para manifestar más suerte, tienes que vivir como una persona afortunada. Mel Robbins, oradora motivacional y escritora, recomienda empezar a actuar como la persona que quieres ser, incluso si no te sientes como ella. Si quieres ser alguien con suerte, empieza a comportarte como si ya lo fueras.
Cuando vayas a una entrevista, una cita o cualquier situación importante, hazlo con confianza y entusiasmo, y dite a ti misma: «Tengo muchísima suerte de que esto salga como quiero», creyendo de verdad que las cosas buenas están a punto de suceder.
2. Rodéate de gente positiva
Presta atención a las personas más cercanas, eres el promedio de las cinco personas con las que pasas la mayor parte del tiempo. Si te rodeas de amigas optimistas, positivas y que creen en su propia buena fortuna, es más probable que poseas las mismas cualidades y refuerces el síndrome de la chica afortunada.
Considera unirte a grupos basados en hábitos saludables, como un club de lectura, una clase de ejercicio en grupo o una organización de voluntariado. Su energía te contagiará, ayudándote a adoptar una mentalidad de chica afortunada y a reducir los pensamientos negativos.
3. Habla con otros sobre tus objetivos
Si no estás dispuesta a compartir tus deseos públicamente (no digo que lo grites a los cuatro vientos, sino a tu círculo íntimo), es probable que tengas creencias limitantes o miedos subconscientes que te frenan.
Al revelar tus esperanzas y sueños, no solo superas lo que te impide materializarlos, sino que también es más probable que encuentres a otras personas de tu lado que te guíen hacia oportunidades para alcanzarlos. Después de todo, el síndrome de la chica con suerte asume que todas las personas que conoces pueden ayudarte.
4. Escucha una lista de reproducción de afirmaciones
Escuchar listas de reproducción de afirmaciones puede ayudar a iniciar tu camino hacia la manifestación. Escucha afirmaciones positivas al irte a dormir, ya que es uno de los pocos momentos del día en que puedes reprogramar tus creencias.
Busca listas de reproducción de afirmaciones en YouTube, escucha las meditaciones y afirmaciones positivas o intenta grabar las tuyas propias:
- Soy muy afortunada.
- Siempre me pasan cosas buenas.
- Tengo muchísima suerte.
- Todo siempre me sale bien.
- Mis sueños se están haciendo realidad.
- Estoy atrayendo amor incondicional.
- Tengo todo lo que necesito.
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5. Di tus afirmaciones positivas en voz alta
Decir afirmaciones en voz alta es clave para que prácticas como la manifestación y el síndrome de la chica afortunada funcionen. El subconsciente no puede diferenciar una verdad de una mentira, así que creerá todo lo que le digas, por tanto, si dices una afirmación, tu subconsciente la tomará como cierta.
6. Acciona, ¡haz que suceda!
Es claro que los pensamientos positivos y las afirmaciones tienen gran poder en nuestro subconsciente, lo cual nos llevaría a lograr lo que deseamos, pero es necesario actuar y dar esos pasos que nos permitirán ser esa chica con suerte.
Si quieres entrar a un programa educativo y tu ingreso depende de una admisión, será necesario presentar el examen de ingreso o prepararte para el gran día. Si quieres hacer un viaje, ahorra. Si quieres que una marca te contrate como creadora de contenido, contacta a la marca o llama su atención. Si quieres un ascenso en tu trabajo, trabaja y destácate, demuestra de lo que eres capaz.
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Finalmente, queremos asegurarnos de no caer en la positividad tóxica, hoy en día hay mucha presión para mantener una actitud positiva. Muchas personas se sienten incapaces si no logran mantener una actitud positiva en todo momento, así que ve despacio, sin abrumarte en el proceso y aceptando que posiblemente habrá días en los que tendremos sentimientos negativos.
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