El mundo de la belleza no tiene límites cuando se trata de romper estereotipos, y uno de ellos está relacionado con el tono de la piel en la zona íntima. Aunque muchas no lo hablen abiertamente, es más común de lo que imaginas que esta área se oscurezca con el tiempo. En la última década, se ha vuelto cada vez más habitual que las mujeres recurran a tratamientos cosméticos para aclararla, lo que ha hecho que el blanqueamiento vaginal gane visibilidad. ¡Sí, leíste bien!
Antes de considerar cualquier procedimiento, es importante recordar que no existe un color “correcto” o “mejor”. Según la genética y la etnia, el tono de la piel en esta zona puede variar naturalmente entre rosa, marrón o incluso púrpura.
Optar por un tratamiento como el aclaramiento vaginal es una decisión completamente personal, pero conviene reflexionar honestamente sobre los motivos detrás de ese deseo, especialmente considerando que existen ciertos riesgos y que muchos profesionales de la salud no lo recomiendan abiertamente.
Causas del oscurecimiento en la zona íntima
El oscurecimiento en la zona íntima puede ser consecuencia de diversas técnicas de depilación, poca higiene, sobrepeso, o como consecuencia del envejecimiento, desequilibrios hormonales y genética. Los labios vaginales también pueden oscurecerse por diferentes factores, como el embarazo, la perimenopausia y la menopausia
¿Por qué está en tendencia el blanqueamiento vaginal?
Si todos los colores de la vulva son normales, entonces ¿por qué algunas mujeres buscan aclarar esta zona? La tendencia del blanqueamiento vaginal responde, en muchos casos, a una búsqueda estética: lograr una apariencia más clara en el área vulvar (es decir, la piel externa que rodea la vagina, que es el órgano interno).
Expertos señalan que este deseo puede estar influenciado por los estándares que promueve la industria del cine para adultos, donde se suele mostrar una imagen poco realista del cuerpo femenino. Incluso las películas convencionales, la publicidad y las redes sociales contribuyen a moldear percepciones que pueden generar inseguridades sobre lo que es “normal” o “deseable”. Como resultado, algunas mujeres pueden sentirse incómodas con el color de su vulva, llegando a evitar mostrar esa zona a sus parejas, o a limitarse al momento de usar cierta ropa interior o trajes de baño.
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¿Cómo se hace el blanqueamiento vaginal?
El blanqueamiento de la zona íntima femenina con láser tiene como objetivo eliminar de forma permanente los tejidos de color más oscuro en el área vaginal, o incluso en el perineo y suele realizarse con tratamientos químicos o láser.
El procedimiento se realiza mediante un láser especial de última generación, en tres o más sesiones, según el caso y normalmente cada sesión necesita entre 10 y 15 minutos para completarse. A través del uso del láser, se hace posible la eliminación de la capa de melanina presente en el área sensible y, por lo tanto, se trata la fuente de la coloración indeseable, y el procedimiento se realiza con anestesia local.
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Riesgos al practicarse un blanqueamiento vaginal
Según, un grupo de médicos y dermatólogos, usar cremas blanqueadoras para aclarar la piel o láseres para ayudar a eliminar el pigmento son médicamente innecesarios y podrían tener efectos secundarios dañinos para el tejido delicado y sensible de la vulva. Otros de los riesgos del blanqueamiento vaginal son: infección, sensibilidad alterada, dispareunia (dolor durante el sexo), adherencias, y cicatrización.
Otro punto a tener en cuenta, es que es poco probable que el blanqueamiento vaginal con productos tópicos o láser sea permanente. Una vez que dejes de usar las cremas o de someterte a tratamientos con láser, el color de piel normal volverá con el tiempo. El tratamiento de láser está contraindicado en personas embarazadas, con diabetes o con colagenopatías.
El contenido de este artículo se ofrece únicamente con fines informativos y no sustituye el asesoramiento ni la consulta con tu médico, psicólogo, nutricionista o coach.