Cómo almacenar el pan para que se conserve fresco

¡Dile adiós al pan duro! Aquí te cuento cómo almacenar el pan para que conserve su sabor fresco durante más tiempo.

¿Tú también serías feliz viviendo en un pintoresco pueblo francés donde podrías ir caminando a la panadería del barrio y comprar pan fresco todos los días? ¡Yo lo sería! En muchas panaderías de nuestros barrios, es difícil encontrar pan fresco y recién horneado. En su lugar, el pan que consumimos suele contener un alto porcentaje de conservantes para prolongar su vida útil.

En este artículo, te cuento mis métodos favoritos de almacenamiento para que el pan se converse freso durante más tiempo.

¿Cuál es la vida útil del pan?

En general, el pan horneado se conserva entre dos y cuatro días a temperatura ambiente. Sin embargo, el tipo de pan, la forma en que se almacena y el clima determinarán exactamente cuánto tiempo durará.

Los panes que se elaboran comercialmente duran más que los caseros, ya que muchos de ellos contienen conservantes. También hay panes que contienen conservantes naturales, como el de masa madre, que contiene ácido láctico, un agente que ayuda a evitar que el pan se ponga rancio y desarrolle moho.

Los panes densos, como el de centeno, también duran más, ya que es más difícil que el aire y los contaminantes que pueda contener penetren en él, y porque muchos mohos necesitan aire para crecer.

Cómo almacenar el pan para que se conserve fresco

Aunque no hay nada como devorar un pan recién hecho y humeante (sobre todo si es pan casero), guardarlo adecuadamente te ayudará a conservar esa calidad durante unos días más. Hay distintas formas de almacenar el pan correctamente:

1. Envuelve el pan en una bolsa de papel o tela de algodón

La parte complicada de almacenar el pan es intentar evitar que la humedad se evapore (es decir, que se ponga rancio) y, al mismo tiempo, evitar que crezca moho. La mejor manera de abordar estos dos desafíos es envolver el pan en algo que permita la respiración, como una bolsa de papel o un paño de algodón. Esto mantendrá el pan húmedo y, al mismo tiempo, permitirá que circule suficiente aire para evitar que se forme moho. Recuerda almacenar el pan envuelto a temperatura ambiente, ya que esto ayudará a evitar que se deteriore.

Cómo almacenar el pan para que se conserve fresco

2. Guarda el pan en una panera

Aunque las bolsas de plástico y los recipientes herméticos pueden parecer una buena manera de evitar que el pan se ponga rancio, la falta de flujo de aire fomentará un entorno propicio para el crecimiento de moho, porque la humedad está contenida y al moho le encanta la humedad.

Mientras que, una buena panera evitará que el pan se seque, pero también permitirá que circule el aire suficiente para inhibir el crecimiento de moho. Coloca la panera lejos de puntos calientes, es decir, lejos de la estufa o el horno. El calor de esos electrodomésticos fomenta el crecimiento de microbios en el pan, lo que hace que se eche a perder más rápidamente.

Consejo extra: si envuelves el pan en papel y luego lo colocas en la panera, evitarás aún más que se ponga rancio.

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3. Congela tu pan para conservarlo por más tiempo

Si no tienes pensado comer tu pan en unos días, ¡congélalo! El congelador es tu mejor aliado a la hora de preservar la calidad e integridad de tu pan. Dependiendo de cómo tengas pensado comer tu pan, puedes congelarlo entero o cortarlo en rebanadas. Al momento de consumir, lo puedes descongelar a temperatura ambiente y luego comerlo tal cual, o si prefieres, puedes tostar directamente desde el congelador.

Si se congela correctamente, el pan se conservará hasta tres meses.

Cómo almacenar el pan

4. Refrigera el pan en la parte baja de la nevera

Esto lo puedes hacer si se trata de pan fabricado comercialmente, muchos de ellos contienen conservantes, que ayudarán a contrarrestar el clima severo del refrigerador hasta cierto punto. Te recomiendo usar el refrigerador solo como último recurso y solo por unos días.

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En conclusión…

En un mundo perfecto, comprar o hornear pan fresco todas las mañanas es lo ideal. Pero como eso no es práctico para la mayoría de nosotros, la siguiente mejor práctica es almacenar adecuadamente los panes para que no se pongan rancios ni se enmohezcan durante la semana.

Mis métodos favoritos incluyen envolverlos bien en una bolsa de papel o un paño, colocarlos dentro de una buena panera o congelarlo para que se conserve por más tiempo.

Espero estos tips te sirvan. ¡Nos vemos en un próximo artículo!